Los juegos ancestrales tienen su origen en las labores cotidianas del pasado. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, aprovechaban los espacios para crear y realizar juegos como forma de entretenimiento. Con el caminar del tiempo adquirieron una estructura, unas reglas y formas que hacen de su práctica todo un acontecimiento para los pueblos milenarios. Los juegos ancestrales son parte fundamental en el proceso de transmisión de saberes, costumbres y prácticas; las cuales, permiten la preservación cultural de los valores propios de la cosmovisión de los diferentes pueblos que conforman el CRIC. Por este motivo, se hace indispensable el rescate y práctica de estos juegos en nuestros territorios.
