Política Propia

POLÍTICA EDUCATIVA PROPIA

La educación Propia es uno de los pilares indispensables para la construcción de la política cultural que permite una mayor comprensión de las realidades, intereses y necesidades de los pueblos, posibilitando las condiciones para el ejercicio de una amplia participación de las comunidades en los procesos de reconstrucción cultural, política y organizativa. Es así como la educación Propia, Bilingüe, Intercultural y Comunitaria, se asume como estrategia pedagógica para la construcción de nuestros proyectos y planes de vida, replanteando desde la visión de los pueblos el modelo y sistema educativo “oficial”, que se ocupaba exclusivamente de la educación escolarizada.

Niños Territorio CRIC

La Educación Propia como Política de los Pueblos Indígenas

Las prioridades organizativas definidas por la organización Indígena se han ocupado especialmente del reconocimiento de las problemáticas de subsistencia integral, posibilitando condiciones de educación política y organización comunitaria frente a las dinámicas socioculturales existentes. En este proceso, las Autoridades en nuestros Territorios Indígenas, con las comunidades, muchas de ellas en peligro de extinción, definieron centrarnos en la defensa territorial como necesidad prioritaria y base para la subsistencia física y cultural de nuestros pueblos.

De allí que lo primero que surge es la formación política encaminada a orientar los problemas que existían en ese momento frente a la recuperación de las tierras y la posibilidad de lograr condiciones de pervivencia para el sustento de sus familias. Igualmente aparece la necesidad de superar el desconocimiento de las leyes y legislación indígena, como la ley 89 de 1890 que reconoce la existencia y vigencia de las Parcialidades Indígenas, ahora reconocidas como resguardos o territorios indígenas, sustentados por títulos coloniales o escrituras ancestrales de propiedad colectiva y gobernados por autoridades denominados Cabildos de manera genérica o autoridades ancestrales de los pueblos según la ley de origen.

La función principal de las Autoridades de los cabildos ha sido y sigue siendo la redistribución y adjudicación de las tierras para todas las familias del resguardo, aunque claramente parecía imposibilitada por la carencia de ellas. Las tierras de los resguardos estaban totalmente reducidas, aún siendo nuestros los territorios, la gran mayoría de ellos se hallaba en manos de terratenientes. Por este motivo las comunidades proyectamos las acciones de capacitación hacia la visibilización de nuestros derechos, entre ellos la defensa del territorio. Muchas comunidades demostraban la existencia de títulos de propiedad colectiva al cuidado de los cabildos, pero solamente aparecían registradas en el papel, es decir en la minuta de las escrituras o títulos coloniales, porque sus tierras estaban en manos de los terratenientes.

Así va tomando cuerpo la reconstrucción de la gobernabilidad indígena, a través de nuestras autoridades tradicionales, como condición indispensable para el fortalecimiento organizativo; el énfasis en la formación política y cultural centrada en la revitalización de los procesos de resistencia e identidad indígena; el uso y valoración de nuestras lenguas originarias, ejes motores de la construcción de pensamiento, desarrollo de conocimientos, fuentes fundamentales para los aprendizajes, así como el mejor medio pedagógico que recrea nuestros saberes y la vida misma.

En esta dinámica el reencuentro con la memoria comunitaria de los diversos pueblos ha sido factor fundamental para el rescate y reconocimiento de la historia indígena como elaboración y eje orientador del caminar organizativo. La reelaboración de nuestra historia de pueblos ancestrales, asumió el papel de hilo articulador de los distintos procesos de vida; es así como la historia revisada y reconstruida desde nuestros contextos territoriales, se posiciona como eje principal de la formación política y cultural. En esta dinámica se proyecta el fortalecimiento de las cosmovisiones y espiritualidad ancestral que contribuyen a dar sentido a la formación de maestros bilingües y de los procesos educativos que con las nuevas situaciones se van generando la política Educativa de los pueblos indígenas.

La permanente reflexión y discusión sobre nuestras realidades alimentadas en los diversos Congresos y acciones comunitarias, paulatinamente fueron dando origen a la creación de tiendas y empresas comunitarias y cooperativas, ligadas éstas, a las dinámicas y espacios comunitarios de trascendencia ancestral como La MINGA, las cuales con el fortalecimiento organizativo fueron contribuyendo a la conformación de los proyectos y planes de vida. Estos hechos y procesos educativos de revitalización desde los contextos locales, corresponden con nuestra particular manera de ser y vivir como culturas con identidades propias.

Estas consideraciones que hacen parte de la plataforma política del CRIC, fueron muy importantes para la preparación del contexto donde ya se hizo indispensable la creación específica del Programa de Educación con funciones claras en el marco de la formación de nuestro pensamiento y cultura. Desde esta perspectiva, la lucha que venimos liderando como CRIC, se inicia con un proceso de formación cultural, territorial, organizativo e integra centrado en la construcción de estrategias y dinámicas de formación en las que han ido apareciendo progresivamente los componentes de una educación alternativa y pertinente, mediada por proyectos y programas que paulatinamente surgen y se consolidan en las dinámicas organizativas de los niveles local, zonal, regional e incluso nacional. De esta manera se viene construyendo una propuesta pedagógica estrechamente ligada con el proyecto político-cultural y los proyectos y/o planes de vida de cada pueblo indígena. Esta educación se caracteriza por ser comunitaria, bilingüe e intercultural en sus lineamientos básicos.