A un año del estallido social, en donde, desde los distintos rincones del país, el pueblo colombiano se movilizó en contra del mal gobierno de Iván Duque, quien respondió a sangre y fuego en contra de los manifestantes, dando a la fuerza pública y a “la gente de bien” la legitimidad para matar a quienes, exigiendo el derecho a una vida digna, se movilizaban, quisimos compartir un análisis, realizado Emmanuel Rozental, integrante de Pueblos en Camino, frente a lo que ha sido este primer año del levantamiento social en Colombia.

Emmanuel: El levantamiento popular que llamamos paro, nunca terminó, se fue como disolviendo, pero que, si miramos con tranquilidad, no ha terminado.

Lo primero que habría que decir es que, si no fuera porque hay un proceso electoral en curso, habría seguramente, otro estallido, porque las razones no solo están ahí, son todavía peores.

Entonces tenemos:

  1. La reforma tributaria la admitieron.
  2. El sistema de salud está peor que antes.
  3. Los precios de los alimentos han subido, de modo que viene una hambruna que, con el pretexto de la guerra en Rusia, ahora van a decir que no hay insumos para los fertilizantes que son venenos, para que el agro-negocio produzca y entonces con ese pretexto, se le suba los precios a todo, desde la gasolina, hasta los agroquímicos, entonces le suben todavía más los precios y dentro de muy poco tiempo, va a estar peor el hambre en Colombia.
  4. La masacre del Putumayo, es apenas una más, en la que el ejército se disfraza en disidencias de las FARC y masacra civiles en una fiesta y luego sale a decir que no es así, que no fueron ellos, que era un ataque legitimo a gente armada, es decir que, como lo dijo Camilo Gonzales Pozo, de Indepaz, en Colombia hay pena de muerte.
  5. Que la registradora nacional de la república se robó unas elecciones de manera tan descarada y abierta en las elecciones para congreso, que le toco revertir una cantidad de esas decisiones.
  6. Que los niveles de corrupción y de robo de recursos públicos son tan descarados y descomunales que a Colombia ese ejercito asesino, esa policía asesina del paro del 2021, que mato y desapareció públicamente y que nunca respondió por eso, ahora ha recibido el apoyo de los estados unidos y Colombia es un miembro extra de la OTAN, para recibir más recursos, armamento y apoyo militar.

En fin, no hay una sola razón por la cual no estaríamos movilizados y en paro.

Entonces a un año del estallido, podemos decir que todo lo que nos llevó a levantarnos, está presente, está peor y que tendríamos que habernos levantado.

Entonces hacer un balance de la situación actual, sería decir:  tenemos que estar de pie, tenemos que levantarnos y, este régimen ilegitimo, injusto, que está destruyendo el territorio, sometiendo a la gente al hambre, matando y, que las instituciones del estado no traen justicia ni educación, ni salud, ni seguridad, sino, guerra, injusticia y hambre, que ese orden se ha ido consolidando, se ha ido blindando y que está más fuerte hoy que antes. En consecuencia, que lo que cambio desde el 28 de abril del año pasado a este, para que la gente, para que todas y todos no estemos en la calle, es que hay unas elecciones y que nos hemos metido de corazón y alma, toda la ilusión y fuerza de la movilización en elegir un gobierno que nos promete cambiar todo esto, tan pronto entre al gobierno.

Hay un riesgo gigantesco en esa decisión. Cuando todos los “huevos” se ponen en la canasta de lo electoral; si la elección es exitosa y por fin, los aparatos de siempre no ganan (aunque ya hay mucho de los aparatos de siempre adentro de la estructura del pacto histórico y amenaza por dentro que ya sea más de lo mismo, o por lo menos, que haya una tensión a dentro que haga más de lo mismo) el riesgo gigantesco es que, el aparato del estado y toda esta estructura de horror y de poder, NO cambia de un día para otro.

Tenemos que saber que la elección de Gustavo Petro y Francia Márquez, no acaba con el racismo, con la injusticia social, la guerra, los falsos positivos, ni la corrupción, que lo que hace es, en el mejor de los casos, iniciar un camino difícil (con todo en contra) para alcanzar esos cambios. Y que esos cambios no se logran si el pueblo no está consiente, movilizado y actuando, no por cargos y por plata del estado, sino, para que el hambre y la hambruna que se viene, se puedan frenar, resistir y que no dependamos del agro-negocio, para que la educación pública, crezca y cambie y no sea un negocio para domesticarnos y meternos al estado.

Para que el sistema de salud no sea reformado, sino, transformado, y la salud colectiva y comunitaria se convierta en una fuerza. Lo mismo que el derecho al acceso a salud especializada. Que se acabe con una estructura militar-paramilitar y de policía asesina y que se creen otros sistemas de seguridad; para hacer todo eso, tendríamos que derogar las leyes y la estructura institucional que existen ahora y que, si llegan Petro y Francia al gobierno, tienen que obedecer las leyes que existen ahora, hasta tanto no aprueben, otras leyes que tumben estas, y que nos permitan vivir de otra manera, de modo que Francia Márquez y Petro, cuando los elijamos, van a tener que obedecer la ley, y obedecer la ley es obedecer un estado opresor, represor que genera hambre e injusticia social y que además de eso, no solo es el proceso difícil de llegar a derogar leyes, que es muy complicado con un congreso que sigue estando en contra, sino que además corre el riesgo que el aparato fascista, mafioso y el mismo ejército que ya amenazó con un golpe de estado, lleve a cabo un genocidio, es decir, aquí hay un aparato armado del estado, al servicio del terror, del despojo, del hambre, del narcotráfico y del negocio personal.

Todo el sistema político electoral está en manos del narcotráfico. Toda la institucionalidad del estado, es una institucionalidad mafiosa que gana mucha plata con eso, eso no se tumba porque uno crea y quiera que lo va a tumbar, y menos se tumba solo desde el gobierno y con un gobierno favorable y eso hay que saberlo.

Entonces a un año del levantamiento anterior, nos falta lo que nos falta, es decir, la capacidad y conciencia de los pueblos de seguir de pie, para exigir luchando, nuestros propios derechos, porque los gobiernos, aún un gobierno a favor, no pueden cambiar una realidad establecida y estructurada desde hace más de 200 años, para robar, matar y someter al pueblo (que pueden solamente empezar a hacerlo). Y que lo grave de la situación de hoy, es que no solo tenemos la ilusión de que con el gobierno nuevo llego el cambio, sino que nos están prometiendo que el cambio va a llegar con el gobierno nuevo y el cambio solo llega si nosotras y nosotros, desde abajo y mucho más acá de lo político electoral buscamos ese cambio.

Hoy deberíamos estar en paro y levantados. Si atreves de lo político electoral, queremos iniciar ese cambio, eso no suplanta nuestra lucha desde abajo, construyendo nuestras agendas para cambiar la realidad. Lo político electoral, es una salida hacia adentro del estado que tenemos que tumbar y salir hacia adentro no es salir. No basta.

Por: Programa de Comunicaciones CRIC.

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