Desde el Programa mujer del Consejo Regional Indígena del Cauca, rechazamos y condenamos el feminicidio cometido contra Flor Nohemy Quiguanas Yule, Kiwe Thegna de 15 años. Comunera del resguardo de Jámbalo quien fue apuñalada y torturada con arma blanca en varias partes de su cuerpo por el señor José Oliverio Tenorio Chocué, perteneciente al resguardo de Toribio. Hechos ocurridos en el Territorio Indígena del Playón Naya el día 4 de abril del presente año.
Ha partido una semilla que desde su inocencia ofrenda su vida, una víctima de las inclemencias y un sistema corrupto de pensamiento que se ensaña con el cuerpo y mente de las mujeres. Nosotras como protectoras de la vida nos duele estos actos en nuestros territorios, donde somos quienes padecemos los ciclos de violencias que se ha vuelto naturalizadas por todos y todas, que no sólo dañan los sueños, también acaban con nuestra vida. Esta es una lógica perversa.
Este feminicidio, así como cualquier forma de violencia contra las mujeres, contra las jóvenes de los pueblos indígenas constituye una grave violación de sus derechos humanos, un atentado contra su dignidad e integridad, una vulneración flagrante de su derecho a una vida libre de violencia. Además, atenta contra la armonía de los nuestros territorios, puesto que daña la madre tierra y la naturaleza quienes son seres femeninos que nos conectan con el ser espiritual y físico de la mujer.
No podemos permitir que estos actos continúen en nuestras comunidades, por eso reiteramos a hombres y mujeres a cuidar la vida, a denunciar las violencias, a no tolerar, consentir, ni justificar ningún acto violento contra el SER de la MUJER. Así como a rechazar y actuar frente a estos hechos para garantizar que haya justicia para las mujeres, sus familias, el territorio y prevenir que estos actos atroces se repitan.
Hoy nos solidarizamos con la familia de Flor Nohemy Quiguanas Yule en estos momentos de dolor y tristeza, hacemos el llamado a la comunidad a estar alerta a las señales que den nuestras mujeres, niñas y jóvenes quienes están expuestas a altos grados de vulnerabilidad en los territorios.
Exigimos a las autoridades competentes de investigar el caso, a las entidades competentes a brindar el apoyo para la familia de Flor Nohemy Quiguanas Yule. Al Gobierno nacional a formular políticas reales porque todos sus procesos de implementación son falacia en materia de Derechos de las Mujeres, ya que sólo tienen normas escritas pero irreales en acciones y cumplimiento. A la sociedad a movilizar el pensamiento porque lo naturalizado es invisible, es necesaria la transformación para que la indiferencia, la intolerancia y el morbo que produce un feminicidio no prevalezca en ninguna estructura social.
A nuestras Autoridades Indígenas para que conjuntamente sumemos acciones pertinentes que permitan la consecución de bienestar y cuidado colectivo que contribuya al acceso a la justicia para nuestras mujeres y de esta manera minimizar las desarmonías en nuestras comunidades.
¡Las afectaciones no terminan, si los gobiernos no actúan!
La dignidad de las mujeres indígenas, avanza entre obstáculos, nuestra esencia es la pervivencia.
Programa Mujer, Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC
